martes, 1 de diciembre de 2009

shitty place

Odio madrugar, lo he hecho las suficentes veces en mi vida para poder decirlo. Odio oir el despertador y sentir que me están robando algo. Arrastrarme por la cama, por la casa, por la vida. Decía un cuento que existía un remoto pueblo donde la gente sólo contaba como tiempo vivido aquel en que fue realmente feliz. Lo pondré clarito para que no nos perdamos: podías haber vivido cien años y decir que tenías 7 años, porque 365 por 7 eran el número de días felices que habías consumido. Los días infelices también deberían de contarse en ese pueblo. Todo lo que nos hace ser lo que somos cuenta, las cosas buenas y las que nos destrozaron. Cuando consegusite el Messenger de ese tio que tanto te molaba y luego viste como ponía en su Nick “segunda cita” y te lo imaginaste trotando encima de cualquier gilipollas de 20 años que tiene el perfil lleno de fotos suyas echas en el baño poniendo morritos. Porque gracias a ambas cosas yo soy este insensible enamoradizo hijo de puta. Que no es decir mucho la verdad, pero no poseemos nada salvo lo que somos

molaaaaaaaaaaaaa
Publicado por CANALLA en 19:25 | 8 comentarios  
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